Hablar del cerdo ibérico es hablar de Guijuelo. Este municipio salmantino ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo, reconocimiento y expansión de una de las joyas más preciadas de la gastronomÃa española. Su nombre es sinónimo de tradición, excelencia y especialización en la elaboración de jamones y embutidos ibéricos.
Las condiciones climáticas de Guijuelo, con inviernos frÃos y secos, han sido clave para la curación lenta y natural de los productos ibéricos. Este microclima ha favorecido desde hace generaciones la instalación de secaderos y bodegas que han perfeccionado la técnica artesanal de la maduración del jamón ibérico, permitiendo obtener un sabor y textura únicos.
Pero Guijuelo no es solo clima. Es también una cultura profundamente arraigada al cerdo ibérico, una forma de vida que involucra a familias, cooperativas y empresas que han transmitido su saber hacer de generación en generación. La selección cuidadosa de materias primas, la elaboración tradicional y el compromiso con la calidad han convertido a Guijuelo en un referente internacional.
Además, fue la primera zona en obtener una Denominación de Origen Protegida (DOP) especÃfica para productos ibéricos: la DOP Guijuelo, que garantiza el origen, la calidad y el proceso de elaboración de los productos ibéricos que la llevan. Esta certificación ha contribuido a consolidar la reputación de Guijuelo y a proteger su legado.
Gracias a su especialización y prestigio, Guijuelo ha abierto las puertas del mercado internacional al jamón ibérico, representando con orgullo la esencia de un producto que simboliza el equilibrio entre tradición, calidad y territorio.