El cerdo ibérico es el protagonista de un proceso meticuloso que combina tradición, naturaleza y saber hacer. Su recorrido, desde las dehesas hasta la mesa, es un reflejo del compromiso con la calidad y la autenticidad, asegurando un producto excepcional que define la gastronomÃa española.
La crÃa en la dehesa
El viaje del cerdo ibérico comienza en la dehesa, un ecosistema único donde estos animales se crÃan en libertad. Este entorno privilegiado, caracterizado por encinas y alcornoques, proporciona el alimento clave para su desarrollo: la bellota. Durante la montanera, los cerdos se alimentan de bellotas, pastos y otros recursos naturales, lo que influye directamente en la infiltración de grasa en su carne y en su sabor inconfundible.
Sacrificio y elaboración artesanal
Tras alcanzar el peso óptimo, las instalaciones especializadas sacrifican a los cerdos, garantizando el máximo respeto por la tradición y las normativas de calidad. Luego, los maestros jamoneros someten cada pieza, ya sea jamón ibérico, paleta o lomo, a un proceso artesanal de elaboración que comienza con la salazón. La aplicación de sal marina permite la correcta conservación y desarrollo de los aromas caracterÃsticos del producto.
Curación en secaderos y bodegas
A continuación, las piezas pasan a la fase de secado y maduración en bodegas naturales. En estas condiciones controladas, el tiempo y el clima actúan como aliados, favoreciendo la evolución del jamón ibérico hasta alcanzar su punto óptimo de curación. Dependiendo de la calidad y la alimentación del cerdo, este proceso puede extenderse por varios años, resultando en un producto de sabor intenso y textura inigualable.
Distribución y llegada al consumidor
Finalmente, el jamón ibérico llega a la mesa para su degustación. Su corte es un arte en sà mismo, realizado con precisión para extraer lo mejor de cada loncha. Este producto, sÃmbolo de la gastronomÃa española, se disfruta solo o acompañado de vinos y quesos, siempre resaltando su calidad y tradición.
El recorrido del cerdo ibérico, desde el campo hasta la mesa, es un testimonio de la excelencia de la producción artesanal y del respeto por un legado que sigue conquistando paladares en todo el mundo.